Invierte tú energía en lo importante y eso es en lo que no malgastas energía

Claudia Sogamoso - 13 06 18

Primero lo primero, visión, misión, valores, objetivos

Stephen Covey en su libro los siete hábitos de la gente altamente efectiva, señala que la capacidad de priorizar las actividades en nuestra vida, es necesaria para enfocarnos en lo importante, hábito número tres, “primero lo primero”. Determina además, que las actividades importantes son todas aquellas que contribuyen a nuestra misión, valores y metas prioritarias para nosotros.

Antes de continuar leyendo te propongo que respondas a las siguientes preguntas en dos minutos.

  • ¿Cuál es la misión en tú vida? Si la tienes, exprésala en voz alta ahora.
  • ¿Cuáles son los tres valores más importantes en tu vida y que practicas a diario?
  • ¿Cuáles son las tres metas que cumplirás este año?

Probablemente has respondido de manera rápida y segura a estas tres preguntas y si lo hiciste enhorabuena, llevo más de 20 años preguntándole a mis clientes en la primera cita, incluso en procesos de reclutamiento y selección (Cuando los hacía), y no han podido responderlo y si lo han hecho, su lenguaje verbal no fue claro en la mayoría de ocasiones.

Es un hecho que si no sabemos (no tener definido con exactitud y claridad) hacia dónde nos dirigimos, es poco probable que lleguemos y si nuestros pensamientos, deseos y acciones no tienen una dirección específica, lo que sucederá con alta probabilidad es que realices más actividades dirigidas a satisfacer las demandas de tú entorno que a las tuyas propias. En realidad si lo importante no lo tenemos definido, nos dispersamos y terminamos confluyendo con el entorno y muchas veces elienado. “Hay que trabajar… porque toca, hay que comer, hay que pagar la hipoteca”, y no porque sea importante para ti, realizarás muchas acciones encaminadas a obtener el dinero para pagar las obligaciones contraídas, sin embargo, la sensación es de vacío, cansancio o insatisfacción, al final hagas lo que hagas no tienes un fin, el sentido no es propio, no te pertenece, es del entorno, tal vez de tus padres que te enseñaron que había que hacerlo y tú lo aprendiste muy bien, había que casarse y tener una hipoteca, por ejemplo.

Todas las actividades que hagamos sin sentido para nosotros terminarán por desgastarnos física, mental y emocionalmente.

Un sentido para la vida, un fin en mente

Hacer con sentido es accionar con un fin en mente,   como dice Covey en su segundo hábito. Comenzar con un fin en mente, nos ayuda a tranquilizar nuestra mente y que ésta pueda direccionar a su vez emociones. Este es el gran reto nuestro como personas, ser responsables de dirigir nuestra vida, darle sentido. 

Tres pasos para encontrar tu sentido, no malgastar energía y por el contrario invertirla

  1. Lo primero es definir cuál es nuestra necesidad o necesidades, de ahí parte sino todo, casi todo en nuestra vida y vaya que el consumismo lo sabe, ahí se basa la creación de todo lo que consumismos hoy, de hecho, los grandes del marketing, ventas y comerciales pueden llegar a saber tanto o más de la motivación y de las necesidades humanas que muchos que hemos estudiado psicología o filosofía.

En la vida nada tenemos que… excepto

  • Tenemos que respirar, nos morimos sino lo hacemos.
  • Alimentarnos, también nos morimos sino lo hacemos.
  • Eliminar los deshechos del organismo, hay que ir al aseo, de lo contrario nos veremos muy afectados.
  • Tomar agua, porque morimos sino lo hacemos.
  • Dormir, porque aunque no nos vamos a morir, es probable que sino has dormido en 48 horas termines por perder la “cabeza” como se dice popularmente.
  • Morirnos, es lo único seguro que sabemos nos va a ocurrir.

El resto de las necesidades a satisfacer son nuestra elección (si en realidad somos autónomos y adultos), qué hacemos y cómo lo hacemos, para qué lo hacemos, son de índole psicológico, específicamente racional y emocional, aunque, muchos no sean conscientes de lo que eligen, cómo lo hacen o para qué lo hacen, esa es otra cosa.

Para determinar lo que necesitas, pregúntate:

  • ¿Qué siento que hoy hace falta en mi vida y que me gustaría ser o tener?
  • ¿Cómo me gustaría estar en cinco o diez años? Aquí descubres sueños, necesidades, deseos.

Otra sugerencia, aunque no te guste pero que es exageradamente poderosa y ayuda a determinar muy acertadamente nuestra necesidad es:

  • ¿Qué envidio a los otros?

Todo lo que envidiamos es nuestro básico deseo de querer ser o tener lo que el otro tiene, así que la envidia no es tan mala como la pintan, puede tener el poder de llevarnos al éxito, a la autorrealización y la satisfacción en nuestra vida.

Cuando descubrimos en realidad lo que necesitamos y queremos satisfacer, hacemos lo que hay que hacer para lograr esa satisfacción, accionamos con motivación, con deseo, comprometidos, empoderados, damos dirección a lo que hacemos, desechamos lo que no nos aporta y elegimos lo que sí. Nuestra energía se invierte, no se malgasta. Todos tenemos necesidades, el tema es que no somos conscientes cuáles son las que en realidad son vitales para nosotros y esas son las que hay que determinar, descubrir y definir.

  1. Definir qué es lo importante y trascendente para ti en la vida.

Este es un ejercicio psicológico muy difícil. En realidad es muy complicado definir lo que es verdaderamente importante para nosotros. Yo defino lo importante como aquello vital para mi existencia, para mi vida física, psicológica, emocional y social e incluso espiritual, así que podrían ser varias cosas y esto es lo que lo hace complicado determinarlo. Importante, es aquello a lo que le asignamos un valor de mucho peso porque es vital para nosotros, no porque necesariamente vaya a morir porque no lo tenga, sino también porque sufriría de manera intensa o experimentaría dolor sino lo tuviera, la vida perdería mucho valor y sentido para nosotros.

La mayoría de las personas si les preguntas qué es lo más importante en su vida, responden que sus hijos, su familia, el trabajo, etc. La realidad es que decir eso es lo mismo que decir cualquier otra palabra, esto no es claro.

Preguntas que pueden ayudarnos a clarificar lo que es importante para nosotros.

  • Si mañana tuvieras qué morir, ¿en qué invertirías tus últimas 24 horas?
  • Cuando eras pequeño, ¿Con qué soñabas ser, qué soñabas tener?
  • ¿Si tuvieras que irte mañana a vivir a otro sito del mundo porque tu vida corre peligro, qué dejarías o qué te llevarías contigo?
  • Si no tuvieras miedo, ¿Qué harías?

Lo importante para las personas no tiene que ver con el dinero o lo material, generalmente tiene que ver con el tiempo, con el amor, con la satisfacción, las emociones y los sentimientos. Importante podría ser, “pasar tiempo, el fin de semana, compartiendo alegría con mis hijos y pareja, eso es muy claro y la necesidad que mueve a este fin tiene que ver con dar y recibir afecto, con el amor.

  1. Establecer las acciones que me lleven a satisfacer mis necesidades mantener eso que es importante para mí, eso que es vital.

Cada día, cada hora haremos actividades o acciones encaminadas a satisfacer las necesidades, deseos, incluso resolver las dificultades o problemas, que son todas aquellas situaciones que bloquean el que podamos satisfacer nuestra necesidad, mantener y preservar aquello que es importante para nosotros.

Trabajar es una acción necesaria no porque el trabajo sea vital (No morimos sino tenemos trabajo físicamente, psicológica y emocionalmente nos afecta) sino porque es el medio que nos permite satisfacer además de las necesidades primarias o básicas, otras vitales de índole psicológico y social, reconocimiento, aceptación, autorealización, seguridad, entre otras.

De este punto se desprende también, lo necesario de identificar y reconocer nuestras aptitudes, capacidades, destrezas, competencias, talentos, porque ellos son los que nos aseguran que podamos satisfacer nuestras necesidades, lograr mantener todo aquello que es vital para nosotros.

Dar sentido a tu vida, no malgastes energía vital.

Lograr dar y asignar sentido a nuestra vida es ser adulto, es la mejor manera para no malgastar nuestra energía y por el contrario invertirla en nuestra felicidad, en nuestro crecimiento psicológico, en una mejor calidad de vida, en nuestra evolución.

Si estás sintiendo que estás malgastando tu energía, es porque no tienes muy claro hacia dónde vas, haces y haces, sin obtener resultados, sin llegar a ninguna parte, vives con distrés (estrés negativo), con intranquilidad, zozobra y como digo yo, tu cerebro y tu mente te están ganando la partida porque te dominan, te controlan y aquí termino con una frase que me encanta de Da vinci.

“Nunca tendrás un gobierno mayor o menor que el gobierno de sí mismo … la altura del éxito de un hombre se mide por su dominio de sí mismo; la profundidad de su fracaso por su propio abandono. … Y esta ley es la expresión de la justicia eterna. El que no puede establecer el dominio sobre sí mismo no tendrá dominio sobre los demás» —Leonardo da Vinci.

¿Sabes para qué haces lo que haces cada día de tu vida?

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