EMOCIONES DE MUJER A MUJER

Claudia Sogamoso - 29 09 16

Por Inmaculada García de Emocionesenlaweb.com

¿Tú crees que a partir de los 40 se vive una segunda adolescencia?

Cumplí 40 años no hace tantos años y ya estoy en el grupo de las llamadas mujeres “cuarentonas”, pero mi sorpresa es que no dejo de leer revistas y artículos que nos convencen de que a partir de los 40 se vive mucho mejor, te sientes más segura, sabes mejor lo que quieres, te cuidas más, y un montón de ideas que responden a una realidad sesgada.

A partir de los 40, si no tienes un trabajo estable o al menos un trabajo, si empiezas a tener problemas con tu pareja o tus hijos, si  tienes que enfrentarte al cuidado de tus padres, si tienes que decidir si ya ser madre o no porque se te “pasa el arroz” , si tienes que defenderte de los pequeños problemas de salud que empiezan a aparecer o de cuestiones más serias como el cáncer de mama, los miomas, el cáncer de útero, de ovario, y todas esas enfermedades que tenemos las mujeres y que tan poca investigación se realiza, los cambios hormonales, etc…, los 40 se empiezan a convertirse en una carrera de obstáculos, en la que además de enfrentarte a muchas de las cuestiones anteriormente planteadas, debes posicionarte profesionalmente para no quedarte fuera del mercado laboral.

Y luego vienen a vendernos la idea que nuestros problemas o enfermedades, frustraciones y demás está relacionado con los “conflictos con nosotras mismas por ser mujeres”, y que nosotras nos creamos esos desajustes, con lo cual encima de encontrarte con alteraciones físicas te das de frente con tu culpabilidad, esa que no sabes muy bien de dónde sale, pero que como te lo repiten sin cesar terminas creyéndotela. Y de ese modo, una carga más en la mochila de la mujer de los 40.

Es cierto que las emociones influyen en nuestro estado físico, en nuestras hormonas, y en nuestras sensaciones, pero decir que una alteración física de una mujer se deba a sus “conflictos internos”, creo que es una idea que nace para ocultar la poca investigación que se realiza en temas como cáncer de mama, de útero, endometriosis, y un sinfín de enfermedades más.

En muchas ocasiones, cuando una mujer siente los primeros síntomas de alguna de estas enfermedades, te dicen que debes trabajar con tu “yo interior”, que te tienes ansiedad, que padeces depresión…, pero no te derivan a un psicólogo que te ayude, sino que ahí lo dejan, de modo que llegas a casa, con tu alteración física,  tu culpa y un antidepresivo o ansiolítico en el bolso.

¿Entonces, que pasa cuando llegamos a los 40?

Lo que ocurre, es que las mujeres a pesar de todo tenemos una fortaleza impresionante, somos seres muy poderosos y con el tiempo nos vamos haciendo más fuertes, más sabias, menos tímidas y más resolutivas aún.

Con los 40, aprendes a rodearte de aquellas personas que te hacen feliz y que te aportan risas y alegrías, con las que puedes compartir tus inquietudes, hablar de sexo sin remilgos, de tu trastorno hormonal sin miedo a ser mirada como bicho raro.

Con esa edad decides despedir a aquellas personas que te aportan poco o que te hacen daño, porque te das cuenta que la vida es una, que es tuya y que está ahí para que la vivas con toda la intensidad que puedas.

La experiencia hace que te vuelvas más luchadora, que vayas en dirección a tus sueños para empezar a conseguirlos, a pesar de tus inseguridades, de tus miedos, y de tus subidas y bajadas hormonales.

Los 40 es el momento ideal para empezar a emprender aquello que no pudiste hacer antes:

Es el momento de tomar las riendas de tu vida, y disfrutar contigo misma y con aquellas personas que a ti te apetezca. Para ello, te dejo un listado de 10 ideas que pueden ayudarte a conseguirlo:

  1. Reinvéntate profesionalmente para no quedarte fuera del mercado laboral
  2. Apúntate a aquellas actividades que siempre tuviste ganas (bailar, cantar, tocar algún instrumento, empezar a correr, a nadar, escribir,….)
  3. Viaja siempre que te sea posible y con total intensidad.
  4. Rodéate de amig@s, es el momento de ir a visitar a aquell@s que están lejos
  5. Sonríele a la vida cada mañana, ella te devolverá la sonrisa
  6. Vive de una forma sana, mental y físicamente
  7. Medita un rato cada día, o al menos reserva un tiempo a lo largo del día para estar en silencio.
  8. Date baños de agua caliente con velas y sales
  9. No tengas miedo de tus inseguridades, son normales, no tenemos superpoderes y las emociones nos afectan.
  10. Y por encima de todo VIVE, vive intensamente aquí y ahora.

 

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