El emprendimiento una locura responsable
Defino el emprendimiento como:
Una actitud proactiva referida a la capacidad para visualizar el futuro que no es otra cosa, que las posibles opciones que imaginas en tu mente para cambiar la realidad que hoy vives.
Nace cuando:
Te das cuenta de que lo que haces o la manera de vivir no es lo que te satisface y te permite ser feliz, miras al futuro con la esperanza de que puedes conseguirlo.
A partir de ese momento sabes que necesitas un cambio o iniciar algo si quieres que tu futuro sea diferente a como es hoy, en este preciso momento sueñas con esa opción y entonces:
- Tomas una decisión
- Determinas hacerlo
- Accionas, dando el paso que requieres.
A quienes emprendemos generalmente nos tachan de “locos” porque sencillamente iniciamos cambios en nuestra vida que no corresponden con lo que está establecido, sin embargo, considero que quienes emprendemos somos más sensibles a nuestro mundo interior y percibimos con más facilidad el cambio que acontece en el mundo exterior, somos más capaces de reconocer nuestras necesidades y conjugarlas con la realidad, buscando la oportunidad para satisfacer lo que consideramos merecemos para vivir con calidad de vida.
Emprender es una locura sí, es un camino totalmente incierto. Puedo afirmarte con conocimiento de causa, que no hay forma de predecir con alta certeza lo que sucederá o con lo que te encontrarás, sin decir que hacer un plan de empresa o de vida no sea necesario, lo es pero no es lo que te asegura éxito en la la gestión. Para emprender y tener éxito en la gestión de tu vida en los tiempos que corren, debes afianzar unas habilidades y volverte competente con ellas, y esto no es sólo para quienes emprenden una empresa, emprender no se aplica sólo para iniciar una empresa, yo lo aplico a cada paso que damos ante un mundo nuevo y desconocido, es decir frente a un cambio, y te aseguro que si necesitas alguna herramienta en el mundo de hoy para tener éxito son esas habilidades (soft) porque seguro te enfrentarás a la inestabilidad, el cambio y el desconcierto. Así que si vas emprender una empresa o una cambio en tu vida requieres de las siguientes habilidades y tengo que decirte antes, que si no las posees, puedes aprenderlas, todo en la vida es susceptible de aprendizaje:
- Confianza: Confiar es una acción difícil de realizar. Confiar significa tener o sentir la seguridad en algo o alguien sin saber nada acerca de ese algo o ese alguien. Es sentir la esperanza de que ese algo o alguien podrá satisfacer tu expectativa, es caminar en la incertidumbre total, es dejarte caer al abismo sin saber lo que te encontrarás. Si te das cuenta, todas son contrarias a control y seguridad por eso es tan difícil accionar nuestro comportamiento desde esa premisa de confiar, no obstante, para emprender un camino nuevo, es necesario confiar en una persona única y exclusivamente, en ti mism@ y segundo en la vida, caminar con la certeza que pase lo que pase tu saldrás al otro lado y te mantendrás firme tanto en la tormenta como en la calma, ¿Cómo puedes lograrlo? accionando y haciendo lo que hay que hacer, cada vez que haces y lo logras surge la confianza, en la vida, en ti mismo y en las personas. No hay otra manera de lograrlo sólo haciéndolo. Mi afirmación aquí cuando he necesitado de confiar en mi misma es: “Si antes has podido ahora también”.
- Gestionar la sensación o el sentimiento de incertidumbre: No saber, ni sentir certeza de algo o alguien genera duda, miedo, inquietud y la mejor manera de aminorar esta sensación es tener la certeza de lo que quieres, del objetivo que quieres lograr, a dónde quieres llegar, como quieres estar, manteniendo esa fantasía que es el sueño que has dibujado en tu mente, eso es lo que te permite poner la pasión, que es mantener intensamente el deseo y anhelo de lo que quieres para ti. El otro aspecto en la gestión de la incertidumbre es la seguridad, hablaremos de ello más adelante. En mi caso el mayor salto que hice hacia la incertidumbre fue cambiar de país, no tenía ni idea con lo que me iba a encontrar, no sabía lo que había aquí, en este caso en España; a los seis meses se inició la crisis económica que cambió todo nuestro panorama y lo único que me sostuvo fue mi firme intención de estar con la persona que amaba pasase lo que pasase, fue un compromiso conmigo misma y con mi pareja, de igual forma lo he hecho con lo de mi empresa, me ha sostenido el sueño de estar como yo quiero estar y vivir. Mi lema para gestionar mi incertidumbre es, ¿Qué es lo peor que puede pasar? Y encuentro que no hay nada peor que no intentarlo.
- Seguridad: ¿En qué o quién? En la vida y en ti mism@, nunca tenemos la seguridad ni certeza de nada, ni de nadie, ni siquiera de nosotros, por eso para mí la seguridad es sencillamente creer que puedes, es dejar sentir ese instinto propio de los seres vivos, el de conservación, de sobrevivencia, porque siempre prevalecerá ante el mayor peligro de todos. Ante un paso frente al que tengo duda e inseguridad siempre me afirmo, “si otros pueden o han podido yo también puedo”, ha sido un lema en mi vida o mantra si lo quieres llamar así.
- Mantener el compromiso: Esto sí que es muy difícil, sostener, mantener ese acuerdo que haces contigo mismo o con otra persona es algo muy complicado, requiere una firme intención de lograr decididamente tu objetivo y enfrentar lo que sea que pase debido a que las dificultades apremian y duro. Significa renuncias, lo cual en la mayoría de veces no estamos dispuestos, por no dejar nuestra zona confortable, esa que de alguna manera hemos creado, porque implica dejar hábitos, hasta convicciones, maneras de pensar y hacer las cosas. Ahí requieres tener demasiado conocimiento de cuáles son tus límites y hasta donde no sólo quieres llegar, sino hasta dónde puedes llegar, conocer tu capacidad de aguante, de resiliencia, para salir aún de las más difíciles circunstancias que llegarán sin duda. Hay momentos que necesitamos decir “basta, hasta aquí”. No hay nada más que nos comprometa que el amor por nosotros mismos para superar lo que sea o tener la capacidad de discernir cuando tengo que parar. Mi afirmación en este sentido siempre es “yo merezco lo mejor, nadie más me lo dará mejor, más que yo misma”.
- Tener fe, y no lo digo en términos religiosos. Fe es la seguridad de que lo que quieres para ti será una realidad, aquí no hay medias tintas, tal vez, puede ser, quizá, no, no y no, en la fe esas palabras no son aplicables, es más, si vas a emprender y partes de esas premisas, te sugiero mejor que no lo hagas porque es muestra de que dudas de ti mism@ y de lo que eres capaz porque seguramente no te conoces. Fe es ir a por ello con todas las consecuencias, sosteniendo la seguridad que lo vas a lograr. En cada paso que das tienes dos opciones, acertar o errar, es un 50-50, sin embargo el que tiene fe no tiene en cuenta el 50% de posibilidad de fallar, se concentra, se enfoca en las posibilidades de acertar y hace lo que tiene que hacer para ello. La fe la pones a funcionar cuando accionas manteniendo la certeza que la fantasía que tienes en tu cabeza será una realidad.
- Gestionar el error. Quien emprende sabe que el error es el pan de cada día en el accionar diario. Hay emprendedores perfeccionistas que mantienen una autoexigencia brutal. Al principio me definí como una de esas, puedo decirte que el desgaste mental, emocional fue de muerte, agotador no, lo siguiente. Frente a las equivocaciones me venía abajo y renunciaba, sentía como si el mundo se venía abajo y me castigaba permanentemente yo misma, hasta que un día descubrí que cuando eso me pasaba me acostaba a dormir y al otro día amanecía y seguía con mi fantasía en la cabeza de lograrlo, así que volvía a empezar. Me di cuenta que equivocarme era parte de lo que hacía y comencé a despreocuparme y tomarlo como algo muy normal y vaya que cambió mi vida, supe que soy humana y muy vulnerable, así que me relajé.
- Enfrenta tus miedos: El miedo es sano, necesitamos de él porque nos avisa de los peligros que corremos, sean estos físicos, psicológicos. No es sano cuando nos paraliza y nos ancla a vivir una vida que no queremos, así que siempre lo vamos a sentir, la dificultad es, ¿cómo superarlo? y no es otra cosa que hacer lo que te da miedo, pero necesitas las otras condiciones marcadas arriba para enfrentarlo, es decir, confianza, gestión de la incertidumbre, fe y aprender que el error es parte de la vida. Hay personas que nacemos con el carácter dominante frente a la vida, sin embargo si tienes un carácter pacífico y de exagerada prudencia, puedes aprender a enfrentar tus miedos, como dije antes, todo en la vida es susceptible de aprender, hasta lo que menos te imaginas. Cuando siento miedo de dar un paso, afirmo, “sí tengo miedo, pero no quiero quedarme en el sitio donde estoy o como estoy y sigo adelante”.
- Tener foco en lo importante: La he repetido hasta la saciedad en mis artículos, porque esto es esencial para tener éxito en la vida, en lo que hagas, sin esto vives una vida de confusión y el desgaste es exageradamente ilimitado. Foco es saber y determinar con exactitud, claridad y simplicidad lo que quieres para ti, cómo quieres ser y estar en la vida. La acción de emprender es un medio que te permite eso que quieres para ti. Aquí me premisa es “céntrate en lo que te importa”
- Dar permiso a tu intuición: No todo en esta vida tiene que ser lógico, por tanto, la razón es importante pero hasta cierto punto, es imprescindible la razón luego de que hemos escuchado nuestro diálogo interno que nos dice desde la emoción que es lo mejor para nosotros, tiene que ver con nuestra experiencia y nuestros sentidos que comprenden a gran velocidad lo que sucede en el exterior y hace una lectura más exacta que la razón sino siempre, casi siempre. De ahí que mi experiencia me ha llevado a practicar la escucha activa, no sólo de los acontecimientos externos sino también de lo que me pasa a mí frente a esos acontecimientos y me guío por ello para tomar grandes decisiones y saber discernir que es mejor para mí. Mi premisa aquí para darle permiso a mi intuición es, “escucha a tu corazón pocas veces se equivoca”.
Resumiendo, emprender será una locura porque generalmente va en contra de lo que la mayoría piensa que debe ser o es lo mejor para ti, sin embargo, hacerlo representa una apuesta por ti y por tu felicidad, es también asumir decisiones y acciones con todas sus consecuencia y es mejor prepararse conociéndote a ti mismo porque desde mi perspectiva para emprender requieres al menos 9 habilidades imprescindibles en tu mochila para aumentar la probabilidad de tu éxito y hacerlo responsablemente amándote y respetándote: confianza, gestión de la incertidumbre, seguridad, compromiso, fe, gestión del error, gestión del miedo, foco en lo importante, darle permiso a tu intuición. Lograr alcanzarlas solo y exclusivamente depende de ti, porque “todo lo bueno comienza en uno mismo”.
Ahora piensa unos minutos…¿Sientes la necesidad de cambios y mejoras en tu vida? ¿Estás pensando en emprender y sientes miedo de dar el paso? Si es así, me encantaría que me comentaras y si lo deseas me contactaras a mi correo electrónico claudia@claudiasogamoso.com y coordinaras una cita gratis conmigo para que me compartas lo que te pasa, tal vez pueda ayudarte.
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