Para ti mujer que te sientes atrapada por tus pensamientos

Claudia Sogamoso - 08 03 19

Hoy he querido escribir para todas aquellas mujeres que en este momento de sus vidas se sienten atrapadas bajo el yugo de la creencia que deben empeñar su vida a sus hijos, a su marido, a su familia, a la sociedad pero que, como vida empeñada viven en una oscuridad, infelicidad sin sentimiento de libertad. Si es tu caso, te digo que sí, estás atrapada en el mundo de tu mente, tus creencias, tus convicciones y son pesadas cadenas, difíciles de dejar cuando somos nosotras mismas las que nos las hemos impuesto, lo comprendo, porque en muchos casos, ni siquiera nos damos cuenta que las tenemos puestas, porque incluso, la sociedad y tu propia familia argumentan que es lo “debido”, lo peor nos lo hemos creído y nos hemos llegado a creer que somos las salvadoras del mundo.

Solo te digo que nada, ni nadie que te hace sufrir, incluyéndote a ti con tus creencias y convicciones te ama. No sé exactamente lo que es el amor, no lo sé definir, sí sé lo que no es el amor, y el amor no es sufrimiento, no es levantarte cada mañana, cada día, agotada de luchar para que otros sean felices y no tú, no es hacer para que los otros estén seguros, no es hacer para garantizar el bienestar de los otros, sin antes asegurar el tuyo, desde lo físico, lo mental, lo emocional, lo psicológico, lo espiritual y social, no es hacer para mantener un estatus de apariencia y superficialidad ante la sociedad, ante tus hijos, cuando en el fondo vives un calvario, cada día.

No te voy a decir aquí cómo es la manera de salir de allí, porque cada una tenemos lo nuestro, nuestra propia situación y nuestra propia manera de vivirlo y porque yo te lo diga y tú lo hagas, mañana vas a estar fuera de ese sufrimiento, así que no vale la pena gastar energía escuchando a otras para hacer lo mismo, cada persona y situación es diferente. Si te digo que no sé qué vas a hacer o cómo, pero te invito a reflexionar sobre algunos puntos que creo que de alguna manera te ayudaran:

  1. Si tú no haces para ti y por ti, nadie lo va a hacer, es tu responsabilidad única y exclusiva hacer por ti y para ti.
  2. La valentía no es luchar contra otros que nos hacen daño, la valentía está en desafiar y tomar el riesgo, ese que va en contra de nuestras propias creencias y convicciones que nos mantienen atrapadas, esas, por ejemplo, que nos hacen pensar que no podemos lograr deshacernos de nuestros verdugos, valentía es levantarte y pensar lo contrario y hacer algo cada día que te lleve a ese lugar con el que sueñas.
  3. La libertad comienza cuando somos capaces de soltar las seguridades que creemos que tenemos, el estatus, el dinero, todo lo material que te ofrece ese lugar donde no eres feliz. La libertad está cuando tomamos nuestra autonomía y comenzamos desde lo más sencillo a tomar nuestras propias decisiones, sin la influencia de otros. Libertad también es cuando mantienes diariamente la esperanza y haces en función de ella, porque te eliges a ti.
  4. No esperes que otros sean los que te provean el amor que necesitas o quieres para ti, el amor, el aprecio, el cariño, el cuidado y la protección, es necesaria auto proveerla, así que escucha a tu cuerpo a tu corazón, ellos saben cómo hacerlo, no escuches a los otros, escúchate a ti misma, la autoprotección, el amor propio, está presente en nosotros, hace parte de nuestra propia naturaleza de sobrevivencia. Yo un día supe que debía salir de un lugar, tardé muchos años en salir de allí, pero mi corazón siempre me dijo que no era el lugar para mí y me dejé llevar y me doy gracias a mi misma por haberme escuchado, mi sentido de sobrevivencia me protegió y protegí a  los míos.
  5. Nuestros hijos, no nos piden sacrificios, somos nosotros quienes creemos que nos lo piden, no es real, si vives en un mundo donde no eres feliz y te mantienes ahí por garantizar seguridad para tu hijo, ten en cuenta que le estas garantizando sufrimiento a ellos también, así que ese sacrificio no tiene sentido. Siempre es preferible, un momento de dolor, que sufrimiento e infelicidad por años y años.

No sé exactamente cuál es tu situación, lo que sé es que tanto la opción de sufrimiento como la de quitarte las cadenas, solo depende ti, porque la voluntad es nuestra, así como la libertad y la felicidad y tanto lo uno como lo otro comienza en nuestros pensamientos.

“La mayor libertad y felicidad nos la concede nuestros propios pensamientos”.

Feliz día de la mujer, celebremos sí porque ya vivimos en un tiempo donde podemos quitarnos las cadenas, las de creencias, pensamientos, es nuestra decisión.

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