El tiempo aliado o enemigo
Siendo estudiante de psicología, aprendí que el tiempo es un concepto subjetivo porque está relacionado directamente con nuestra percepción, la cual está influenciada por variables como como edad, sexo, cultura, creencias, hábitos, hasta con el estado de ánimo de un individuo, entre otras. Así que cinco minutos, no tienen el mismo significado o espacio en el tiempo para todos en nuestro pensamiento, exceptuando claro está, si los contamos con el reloj, que es la medida objetiva y cuantificable del tiempo, cinco minutos en el reloj son cinco minutos.
Psicológicamente el tiempo es para nosotros un medio que utilizamos para ubicar y explicar los acontecimientos de nuestra vida, lo hemos dividido en pasado, presente y futuro con el fin de situar esos acontecimientos en nuestra mente, por ese motivo, la vida transcurre en el tiempo, nuestra historia que es nuestro pasado, lo que hemos vivido, nuestro presente lo que estamos viviendo y nuestro futuro lo que esperamos vivir. Al ser el tiempo un medio para explicar los acontecimientos, es un recurso que utilizamos para medir y explicar los cambios de esos acontecimientos. “Ayer yo estaba en la universidad, hoy con 35 años estoy trabajando, tengo hijos y pareja, y me siento feliz”, expresamos por ejemplo. Todos los acontecimientos o acciones nuestras, se dan en un instante o espacio en el tiempo (nosotros lo hemos asignado porque el concepto como tal, lo hemos creado nosotros) y siendo el tiempo un continuo, nuestras acciones son sucesivas, cada acción demarca la siguiente y se van ubicando en un pasado, un presente o un futuro por tanto, lo que vivimos en cada instante y sobre todo la manera como lo vivimos, va demarcando así mismo, el transcurrir de los acontecimientos siguientes. Por ejemplo, en selección de personal, lo que hacemos para elegir al candidato que mejor se ajusta al cargo, es indagar sobre el pasado y presente de ese candidato, para con base en ello, predecir cómo se comportará muy probablemente en el futuro y así decidiremos cuál de los candidatos tiene la mayor probabilidad de tener éxito en ese futuro, es decir cuando esté desempeñando el cargo.
El tiempo es un recurso y como recurso está a disposición nuestra. Nosotros podemos utilizarlo para nuestra realización, que quiere decir, ejecutar acciones en un espacio de tiempo, que beneficien o sumen, para que en el espacio de tiempo siguiente (futuro) viva, tenga o posea lo que sueño, deseo, quiero en mi mente hoy. O puedo utilizar el tiempo para vivir en el sufrimiento, fracaso, insatisfacción o desdicha, que significa ejecutar acciones en un espacio de tiempo que no benefician para que en el espacio de tiempo siguiente, viva como deseo, quiero, sueño en mi mente hoy. Así que nuestras acciones y decisiones hoy hacen la diferencia en nuestro vivir mañana. Es ahí cuando lo percibimos como un aliado o un enemigo. ¿De qué acciones o decisiones depende que pueda ser el tiempo un aliado o un enemigo?
Será un enemigo cuando:
- Nuestras acciones o decisiones las ejecutamos pensando solo en el presente, sin visión de futuro. Está claro que la vida la vivimos hoy y hemos de disfrutar este momento, es el único que tenemos real, el pasado, ni el futuro existen, Carpe diem, “aprovecha el momento”. Sin embargo, no debemos olvidar que las decisiones que tomamos hoy, tienen inexorablemente sus consecuencias, las cuales muy probablemente viviremos en el futuro, o sea mañana. Si tenemos esperanza de vivir el mañana con calidad de vida, tendré que tomar decisiones hoy, que aumenten la probabilidad de ir hacia esa manera de vivir, porque al final tendrás que vivir esas consecuencias.
- Tomamos decisiones en el presente con nuestras emociones alteradas. Cuando nuestras emociones o estados de ánimo se encuentran alterados nuestras decisiones muy probablemente nos llevarán a un fracaso en el futuro, entre otras, porque cuando estás alterado, sólo existe el presente por la intensidad de la emoción, no hay visión de futuro, de consecuencias, de mañana. Tomando decisiones hoy con alteración emocional, en tu futuro, el pasado se convertirá muy probablemente en una sombra que te perseguirá y el tiempo jugará en tu contra.
- Nuestras acciones y decisiones las ejecutamos y tomamos sin rumbo. Hacer y hacer sin un sentido o significado para nuestra vida, nos lleva a tomar el gran riesgo de una pérdida de tiempo, de acciones que no cobran significado, y seguramente nos llevan a un vacío y aburrimiento existencial, el tiempo juega entonces en nuestra contra para la realización personal.
- No aceptamos condiciones y circunstancias adversas. Es tanto como creer que todo lo podemos controlar. Olvidamos que sólo podemos ejercer control sobre nosotros, no sobre el entorno, así que evitamos el dolor y el sufrimiento a toda costa, haciendo que desgastemos grandes cantidades de recursos como el tiempo y nuestra energía, en luchas, conflictos, emociones negativas, rencores, envidias y otras tantas. Hay personas que gastan grandes cantidades de tiempo, pensando y haciendo en función de sentimientos negativos del pasado o el presente, jugando con el tiempo en contra.
- Nos apegamos al pasado o al futuro, no vivimos y disfrutamos el presente. Cuando nuestra mente está todo la mayor parte del tiempo el pasado, quedamos anclados allí, nuestras acciones, nuestras decisiones se movilizan hoy por ello, así que no avanzamos. El mundo sigue y nosotros nos quedamos atrás y el tiempo comienza a jugar en nuestra contra, porque amenaza nuestro presente y nuestro futuro. De igual forma, cuando nuestra mente se mantiene en el futuro, creamos lo que llamamos ansiedad y vivimos el presente con mucha angustia, sin disfrutarlo e intentando controlar lo externo para amoldarlo a nuestras necesidades, haciendo también que el tiempo juegue en nuestra contra, porque dejas de hacer lo que debes y como debes en este instante, o sea en el presente.
El tiempo será nuestra aliado cuando:
- Vivimos el presente con conciencia y visión de futuro. Significa que somos capaces de reconocer lo que sucede aquí y ahora, sentirlo, experimentarlo. “Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela. Las misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta” (Escena del Club de los poetas muertos), no cabe duda que así es. Sin embargo, todos tenemos la esperanza de vivir en el tiempo futuro, así que construyamos hoy el futuro que queremos mañana, antes de morir. Realicemos nuestros sueños.
- Tomemos decisiones cuando nuestras emociones están en estado de quietud, normalidad, tranquilidad. Se requiere conocer y reconocer las emociones que sentimos, cómo las sentimos y frente a qué o quiénes las sentimos, es un autoconocimiento, eso nos permite poder recrear escenarios de futuro. Si tomo esta o aquella decisión que podría pasar, ¿cuáles pueden ser las consecuencias?. Así el tiempo jugará a nuestro favor, porque podré tomar decisiones que me aseguran mayor probabilidad de acierto.
- Tenemos foco. Tenemos muy claro lo que queremos en nuestra vida, nuestros objetivos y metas, cómo queremos vivir o estar aquí y en el futuro. El tiempo jugará a nuestro favor, porque toda acción o decisión muy seguramente estará en función de ese objetivo que necesitas y quiere lograr.
- Aceptamos que las circunstancias pueden ser adversas. Es cuando eres resiliente y a pesar de las circunstancias haces lo debido para sobrepasar la situación negativa y no pierdes el foco. Eres consciente de tus debilidades y de tus fortalezas y actúas en consecuencia, asumiendo riesgos.
- Somos responsables y comprometidos con nuestra propia vida, eso significa que somos conscientes de que nuestras acciones y decisiones tienen unas consecuencias y yo soy el único responsable de ellas. Mi vida y mi tiempo las gestiono yo y los resultados son consecuencia de esa gestión. Construyo en el presente y vivo las consecuencias en el futuro.
Si logro gestionar el tiempo y hacerlo un aliado, lograré gestionar mi vida y mi felicidad. Recuerda que todo comienza en uno mismo, es tú decisión.
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